martes, 25 de enero de 2011

Quieres que te enseñe a tejer crochet

Me dices que quieres aprender a tejer crochet, insistes, insistes, así que accedo.
Me pides que te enseñe fácil, que te cuesta y quieres saber más de mí, como si fuese sencillo.
¿Y por dónde empiezo a contar que vos no sepas? Con el tejido es más fácil, sé que en tu caso debo empezar a enseñarte el punto cadena que es lo básico, pero en cuanto a mi vida ¡Qué difícil! Ya sabés de mi infancia en el campo, de tus abuelos, de tu padre y hermanos, no sé qué más podría contarte, "cualquier cosa, animate, me decís" y yo te digo tené cuidado a veces la lana se enreda como la vida misma... Como para que por hoy no me preguntes más, o quizás sea porque aún no me animo del todo, ya veremos más adelante ¿Sí?
No tengo paciencia para enseñar, si quieres aprender debes mirarme, si no te es fácil, mirame un poco más al tejer y no me hables que me pierdo...
Como ya no tengo paciencia con muchas cosas, cuando no logro  un punto lo dejo, antes me empecinaba hasta que me salía, no sé si son cosas del tiempo o de la urgencia que tengo para terminar lo que estoy tejiendo, así que no me hables mientras tejo, no me vengas con cuentos, no tomes la aguja con miedo.
Si quieres aprender hacelo en silencio, que el ruido molesta a la belleza.
Dale, tomá la lana así, hacé un ojal, sostené la lana con la aguja y hacelo pasar a través del ojal. ahí tenés el primer punto cadena, seguí tejiendo. ¿Pero ni siquiera sabés sujetar la aguja? Como una birome, mujer,  como una birome, no de la punta
 ¡Qué increíble! No sabe agarrar una aguja...
Intenta ser prolija, decidida, constante, que si no el tejido  te sale o muy apretado o muy flojito, en la vida hay que ser constantes, no aflojar jamás, tampoco tan cerrados, que la alegría no nos toca cuando andamos conteniendo tanto.
Déjame que termine esta vuelta y te enseño otra vez desde el principio.

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